Crónica sexta subida al Calvario 2016
La sexta subida la comenzamos con la tradicional visita al
campo santo guiada por los hermanos José Gálvez y Pepín Almeda, para honrar la
memoria de nuestros hermanos difuntos.
Poco después nos reunimos en el cuartel para celebrar una
Junta General a la que asistieron casi la totalidad de los hermanos. Los sextos sábados suelen ser especiales por
la cercanía de la Semana Mayor, y así fue, cánticos, abrazos, hermandad e
invitados a la mesa. Dicha reunión nos gustó compartirla con hermanos que hacía
tiempo que no se sentaban en su Evangelio y que siempre serán bienvenidos a
ella.
Entre coplas, saetas y como bien he dicho anteriormente
hermandad, llegó el momento de subir al Calvario: en la primera parada (Compás
del Coro) coincidimos con otros hermanitos de nuestra Cofradía. Se entonaron
coplas de Miércoles Santo y ya se respiraba en el ambiente ese ansiado día, ese
en que Los Evangelistas acompañaremos de nuevo por las calles de su pueblo a la
Virgen de la Amargura.
La coincidencia quiso que se realizaran fotos de la multitud
que se reunía en la plaza y que quedaran en el recuerdo de muchos de nosotros. Algún
que otro hermano bromeó con el carrito de los alpatanas allí presentes, pero
siempre desde el cariño mutuo.
Una vez de vuelta, el presidente otorgó el honor de leer el
Evangelio al hermano José Cuenca, el cual lo interpretó a la perfección, y el
de levantar la penúltima pata al hermano Manuel Ortega Cáceres. Del hermano
Manuel Ortega todo lo que se diga es poco, ya que con su sabiduría y larga
experiencia manantera hace que la convivencia entre hermanos dentro del cuartel
sea única. Y es que como bien nos enseña debemos querernos los unos a los
otros.
¡Viva el Evangelio!