Ntro Padre Jesús Nazareno

La escultura de "El Terrible"
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para el Jueves Lardero

Nuestro Padre Jesús, llamado El Terrible, es una imagen de talla completa, en madera de pino policromada, con el cuerpo anatomizado y cubierto con pañete. Los brazos son simples piezas de madera articuladas con goznes para facilitar la acción de vestir la túnica. Mide 1,68 m de alto por 0,52 m de ancho de espalda.

Nuestro Padre Jesús NazarenoLa cabeza está cuidadosamente tallada presentado facciones acusadas, gracias al potente dibujo de las formas que interpreto el artista. La frente es despejada, enmarcándola dos guedejas de la cabellera separadas por la raya central del peinado. El tercio medio del rostro se remata con las cejas, fuertemente marcadas, que crean hondas cuencas oculares para unos ojos muy abiertos. Son estos ojos, cuya expresión cambia según la iluminación que reciba el rostro, los que unas veces clavan su mirada en el espectador, justificado el sobrenombre que le ha dado fama, y otras, por el contrario, transmiten la sensación de un espíritu ensimismado y ausente, como agotado por el dolor y el esfuerzo, que mueve a compasión. Las cejas se enarcan levemente, dejando entre ambas una uve reciamente definida que sirve de inicio a la nariz, recta y prominente.

El tercio inferior del rostro está centrado en la boca, de labios cerrados y bien dibujados, más fino el superior y carnoso el inferior. Se enmarca con el bigote, compuesto por dos mechones poblados y muy separados, que dejan visible el hoyuelo del labio. La barba es cerrada, aunque de pelo corto y ensortijado; la pintura simula que nace pegada al labio inferior, pero realmente brota más abajo, en la barbilla, partiéndose en dos mechones.

La cabellera, peinada al medio como se dijo, se resuelve al frente con dos tirabuzones que configuran las patillas y en los temporales se incurva para dejar que se vean las orejas, que son separadas, de cuidadoso dibujo y características del anónimo autor. La melena, se echa hacia atrás, dejando ver las zonas laterales del cuello y está toda ella minuciosamente labrada a base de largos mechones. Termina el pero por detrás rizándose en un bucle hacia arriba. El cuello está trabajado con decisión, marcando los músculos que los sostienen, especialmente el esternocleidomastoideo, para enfatizar el esfuerzo de su suplicio.

Nuestro Padre Jesús NazarenoSigue un torso trabajado sin excesos, pero con el tratamiento anatómico correcto, lo que le proporciona un aspecto apolíneo, poco dramático, todavía encajado en los cánones del Manierismo. Se destacan las dos masas pectorales, bien separadas por la línea de esternón. Va destacando el arco epigrástico y presenta suavemente modelados los músculos abdominales, presionándolos ligeramente en la cintura para corresponder a la inclinación de las espalda. Termina el torso con el pliegue inguinal y gracias al escueto desarrollo del pañete pueden verse las piernas en su total configuración. En estás ha trabajado el artista con especial cuidado las rodillas y lógicamente los pies, como parte visible que son, destacando tendones y sistema venoso para expresar la tensión y el esfuerzo.

La espalda denota igualmente un buen conocimiento de la anatomía, lográndose la correcta interpretación de músculos lumbares y dorsales, con detalles de realismo como la manifestación del omóplato derecho.

La disposición del pañete permite trabajar el glúteo mayor que ambas piernas, con igual corrección que muslos, corva y gemelos. Finalmente, aunque, como se dijo, los brazos son articulados, debe destacarse el tratamiento de antebrazos y manos. Éstas son sumamente expresivas, con los tendones metacarpianos tensos, las venas cargadas y unos dedos largos y elegantes terminados en uñas rectilíneas.

Panorámica de Puente Genil