• Crónica segunda Subida al Calvario 2016

Crónica segunda Subida al Calvario 2016

Comenzamos el Sábado asistiendo al tercer día de triduo de nuestra Virgen de la Amargura, que como viene siendo habitual se celebra en la semana del segundo sábado de cuaresma. La noche no acompañaba, pero Los Evangelistas siempre están con su madre aportando luz a la noche más oscura.

El tiempo que se producía en Puente Genil era de “agua-viento”, que no es agua porque el viento la desplaza y al final acabas chorreando… Esa fue la sensación que produjo a todos los hermanos que nos atrevimos a subir, un cuarto de hora más tarde de lo habitual, a rezarle a nuestro padre Jesús Nazareno.

Algunos hermanos iban bien preparados con sus chubasqueros, sombreros, gorros, chapelas, gorrillas, boinas… En fin, un variado surtido o como se suele decir “pa gustos colores”. ¡Ah! Y también paraguas, pero menos...Otros en cambio, el mal tiempo le pilló desprevenidos. Prueba de ello fue la visita de unos hermanos que recibimos antes de subir a Jesús, a los que el tiempo les pilló por donde quiso…

Cómo sabíamos lo que iba a ocurrir realizamos la estación de la manera más rápida y ordenada posible, intentando evitar lo inevitable y volver al cuartel lo antes posible.

Al regresar el hermano presidente otorgó el honor de leer el Evangelio y bendecir la mesa al hermano Florentino Franco, ya que era su primer sábado entre nosotros. Otro honor y no menos importante, fue el otorgado al hermano Francisco Morales, el cual con sus palabras nos recordó que tenemos que sentirnos orgullosos de tener a este hermano entre nosotros. Un hermano sencillo, humilde y con un gran corazón. De esta manera levantó la pata para cerrar el segundo sábado de cuaresma.

Con cuentagotas los hermanos se fueron retirando, algunos “acollarados”  y casi celebrando el día de San Valentín, ya que al día siguiente celebrábamos la función de Nuestra Señora de la Amargura y como hemos dicho anteriormente, la corporación debe de estar con ella, como ha sido y será para siempre.

¡Viva los Evangelistas y Viva Nuestra Señora de la Amargura!