• Crónica tercera Subida al Calvario 2016

Crónica tercera Subida al Calvario 2016

La noche se presentaba prometedora. Al fin el tiempo acompañó y la Puente olía a mananta… Para algunos hermanos el tercer sábado de romanos comenzó desde al mediodía, para otros por la tarde y para otros al comienzo de la cena. En Puente Genil los terceros suelen estar concurridos de forasteros y así, en el cuartel aparecieron nuestros hermanos ausentes, que por desgracia todo el año están lejos de su tierra amada (como diría el recordado cántico manantero).  Además también nos visitó “la chusma”, que como saben ellos están siempre en su segunda casa y así nos lo hizo recordar algún que otro hermano del Imperio Romano.

Una vez saludados y abrazados, el hermano presidente dió la bienvenida: se saludó a los hermanos Rivas, que al fin asistían a su cuartel; también al hermano Juan Miguel Rosales, un querido  forastero; y para finalizar al hermano Manuel Ángel Borrego, que últimamente se deja ver mucho.  Y de esta forma comenzó la noche, seguida de cánticos, buen ambiente y sobre todo hermandad. Antes de realizar la oración al patrón, el hermano Pepín Almeda interrumpió la mesa para hacernos llegar un fuerte abrazo de su hermano Mariano, el cual comunicó que la semana que viene asistirá a su casa.

Procedimos a realizar nuestra visita a la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Parecer ser que se perdieron por el camino “los distintos gorros“ de la semana anterior, sería que la temperatura acompañaba (11 grados de temperatura media) o que no sentó demasiado bien la crónica de la semana anterior, todo puede ser…  En la calle se palpaba lo que es Puente Genil en Semana Santa y eso que aún quedan unas cuantas de semanas…

Cuando volvimos al cuartel, el presidente otorgó el honor de leer el Evangelio al hermano Rafael Andrés, que siempre que realiza esta oración, lo hace de manera magistral. Por otro lado, el hermano Manuel Ángel Borrego levantó la pata de este tercer sábado de cuaresma y nos recordó que ya nos queda menos para nuestra Semana Mayor y que sigamos todos siendo los hermanos que somos.

¡Viva el Evangelio!