• Crónica primera Subida al Calvario 2016

Crónica primera Subida al Calvario 2016

Fue el día más esperado por todos los hermanos de la Corporación, una vez pasado el Jueves Lardero. Comenzó a mediodía con una comida de hermandad con la Corporación Bíblica La Conversión de Dimas "II Grupo de Nuestra Señora de la Amargura", el Cofrade Mayor y un gran número de hermanos de nuestra Corporación. La comida transcurrió muy rápida dada las ganas que se tenían de vivir la cuaresma un año más, mezclado todo ello por la juventud de esta corporación, la cual, a más de uno le recordó momentos ya vividos.

Esta corporación transmite seriedad y saber estar, la prueba es el detalle que nos quisieron regalar y resume la unión que tenemos ambas corporaciones gracias a la Semana Santa de Puente Genil. Desde estas líneas queremos comentarles que este es el camino que deben de seguir y animarlos para que todo siga adelante en este largo camino que les queda por descubrir.

Una vez finalizada la "primera comida" nos dirigimos a una charla distendida entre ambas corporaciones en la cual todos aprendimos algo nuevo, que es lo nos tenemos que llevar de esta vida, aprender día a día de otros hermanos. Más tarde comenzaron a llegar hermanos que no pudieron asistir al primer asalto, como son hermanos de Madrid, servicio de cocina, hermanos muy queridos por todos y algunos hasta recién casados...

Cuando oscureció nos encontramos con una noche, como bien comenta nuestro hermano Kiko Guillén, "Buen comienzo. Cánticos, bastantes cuarteleras, ganas de aprender y también lágrimas" que resume el camino que debemos llevar todo el año y no sólo en estas fechas. Cómo todo esto no tendría sentido sin leer el evangelio y subir la pata a la vieja cuaresmera, tuvieron el honor nuestros hermanos David Borrego, que sus palabras nos supieron a una amarga despedida temporal por territorios desconocidos y Jorge Borrego, el cual dedicó dicha pata a los éxitos deportivos que han llegado y llegarán de la mano de nuestro hermano Manuel Ortega y David Borrego.

Para finalizar, apareció un tal Juan de Cádiz, el cual amenizó con sus coplas lo que quedó de noche y así despedir este primer sábado de cuaresma en nuestra corporación. ¡Viva los Evangelistas!