• Crónica cuarta subida al Calvario 2016

Crónica cuarta subida al Calvario 2016

Cuarto Sábado de Romanos y tercero de cuaresma “Diablo Mudo”. La noche comenzaba ventosa y desapacible, dado el temporal que se instalaba en Andalucía durante todo el puente. Ambas circunstancias hacían que la celebración de este sábado no destacara por la gran asistencia de hermanos.

La celebración comenzó más tarde de lo habitual, puesto que se celebraba en Puente Genil el triduo de Nuestro Padre Jesús Preso, Cofradía muy ligada a nuestra Corporación. Cuando comenzó la cena, el hermano presidente dio la bienvenida a hermanos de sangre que por circunstancias de trabajo no coinciden en el cuartel todo lo que ellos quisieran, además de algún que otro invitado muy conocido por todos los hermanos (y que según nos comentó el Sábado que viene repite).

La cena se presentó distendida, dedicando todos los cantos al “patrón del aceite”, como buenamente lo llaman los hermanos ligados a esta cofradía.

Cuando la Corporación decidió subir a la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, momentos después de recibir la visita de hermanos de otro cuartel, el aire, frío y viento nos llevó rápidamente a rendir homenaje a nuestro patrón. Algunos hermanos, notando este frío, decidieron marcharse con permiso del hermano presidente.

Una vez de vuelta en el cuartel, se le otorgó el honor de leer el Evangelio al hermano Rafael Medina, que siempre que lo realiza nos recuerda los conocimientos tan innatos que este hermano tiene hacia el Catolicismo. Como comentamos al principio, los hermanos Rivas que poco coinciden juntos, recibieron el honor de levantar la pata de este Sábado de Romanos. En dicho honor estos hermanos nos recordaron que para ser evangelista no sólo basta con ser buena persona: hay que abrir el corazón para cada uno de los hermanos, al igual que ellos dos  lo abren cada vez que visitan su cuartel.

Según comentaron, fue la primera vez que realizaban este honor  y sinceramente, aunque así sea, parece que lo llevan haciendo muchísimos años…    

¡Viva Los Evangelistas!